¿Por qué elegiste esta receta en particular? (Marissa)
Elegimos esta receta porque a Simon le gustó mucho. A Simon no le gustaba el curry rojo picante o la comida picante, así que siempre teníamos que hacer dos versiones del curry, una para todos los demás y otra para Simon. Era una cosa de familia. Es una receta que a Joe le gustaba cocinar, pero a mí no me gustaba tanto. Mi familia lo eligió porque lo preparaban y lo comían cuando yo salía de la ciudad. Decían que “oh, cuando mamá estaba fuera de la ciudad y papá cocinaba, hacíamos este curry de coco”. Seguimos haciéndolo, pero ya no hacemos la versión de Simon. Siempre trae buenos recuerdos de Simon insistiendo en que Joe hiciera su versión no picante. (Donna)

¿Qué recuerdos trae esta receta?
También hay muchos otros alimentos, como el apio y la sandía, que a Simon le encantaba. Sus comidas favoritas eran tan insípidas y poco interesantes. A los otros miembros de nuestra familia no les gustan las comidas blandas, pero Simon y yo siempre podríamos pulir una sandía enorme. Esa fue mi comida favorita para compartir con él.

¿Continúa usted o su familia haciendo esta comida? ¿Hay ocasiones específicas?
Simon no era quisquilloso con la comida, pero no le gustaban las cosas picantes. Sí, todavía hacemos el curry picante y hablamos de cómo no hacemos la segunda versión ahora. Es uno de los favoritos de todos. Todavía es una comida que mi familia hace cuando estoy fuera de la ciudad, ya que no es mi comida favorita … es solo una comida normal para la cena. Lo esperan con ansias cuando no estoy cerca.

¿Hay algo más que le gustaría agregar?
Simon era solo un niño tranquilo. Siempre tuvo un plan, era un gran soñador y un narrador de historias. Todo el mundo lo amaba y él amaba a todos. Eso era una cosa, él era amigo de todos, no importaba si tenías 60 o 6 años. Simon estaba interesado en lo que tenías que decir y podía hablar con todo el mundo; eso fue algo sorprendente que descubrimos después de su muerte. La gente vino a decirnos cuánto significaba Simon para ellos. Había tantos niños de la escuela secundaria y la escuela primaria, niños que nunca había conocido. Nos habían dicho lo mucho que significaba Simon para ellos: cuando eran nuevos en la escuela y no tenían gente con quien sentarse, Simon era ese niño que se acercaba a ellos. Hablaba con los niños en la parada del autobús y cuando comenzaba a conducir les llevaba a todos a la escuela. Los padres de sus amigos nos decían que Simon terminaría y todos estarían en el sótano jugando videojuegos y él siempre se detendría y hablaría con la mamá o el papá en la cocina. Era tanto tolerante como extrovertido. No tenía miedo de lo que la gente pensara de él y siempre defendía al pequeño. Era un cruzado de los desamparados, lo que realmente no supe hasta que falleció.

Realmente apreciamos Willow House. Es increíble tener un lugar al que ir donde todos entienden. El mundo realmente no entiende por lo que estás pasando y tienes que reprimir todo y “seguir con la vida”. Se espera que se levante y haga las compras y mantenga las cosas en movimiento. Realmente es un alivio tener Willow House donde todo el mundo lo recibe y eso nos ayuda a recargar energías.

6-8 muslos de pollo
2 cucharadas de aceite de oliva o vegetales. petróleo
2-3 cucharadas de pasta de curry tailandés rojo o verde (en un frasco)
3 dientes de ajo picados
1.5 cucharadas de jengibre fresco picado
1 jalapeño verde o rojo, sin semillas y picado (opcional)
1 13 oz. lata de leche de coco
1 taza de caldo de pollo
pizca de salsa de pescado
1 manojo de cebollas verdes, en rodajas
gran puñado de cilantro, picado
arroz blanco cocido

En una sartén grande, dore los muslos de pollo en aceite unos minutos por cada lado (no cocine). Remueve de la sartén y pon a un lado. Agregue la pasta de curry, el ajo, el jengibre y el jalapeño a la sartén y fría por un minuto. Agregue la leche de coco, el caldo y la salsa de pescado a la sartén, hierva y raspe los trozos de pollo o especias del fondo de la sartén. Vuelva a colocar el pollo en la sartén y baje el fuego. Cocine a fuego lento durante 15-20 minutos hasta que el pollo esté listo. Sirva encima del arroz, cubierto con la cebolla y el cilantro. La salsa está muy espesa, así que la servimos en tazones.